La tercera parada de la Copa de Naciones UCI concluyó este domingo con el triunfo por naciones para Italia (5-4-0), en tanto América se hizo sentir con cuatro naciones medallistas entre las 11 que pudieron subir al podio, con los mayores dividendos para Trinidad y Tobago y Estados Unidos (3-0-0), Colombia (2-3-6), y México (0-2-1).

La local Martha Bayona completó en la jornada de cierra sus tres medallas en el velódromo Alcides Nieto Patino, al conquistar la presea dorada en el Keirin, en un cerrado sprint que dejó a la neozelandesa Ellesse Andrews con plata y a la holandesa Shanne Braspennincx en bronce.

La gran actuación de Bayona, comenzó la plata en la velocidad, luego se subió al primer cajón del podio en la prueba de los 500 metros contrarreloj con un tiempo de 32.952 segundos y consiguió su segundo oro para sumar tres medallas en total.

La pistera colombiana logró la décima medalla en el certamen para la delegación tricolor, que se amplió minutos más tarde cuando Juan Esteban Arango finalizó tercero en el Ómnium.

El italiano Matteo Donega ganó el oro con 116 puntos en esa especialidad, tres más que el colombiano, llevándose la presea dorada en la final más apretada de todo el certamen por entrar mejor posicionado en el sprint final. El pedalista indonesio Bernard Benyamin Van Aert se quedó con la medalla de plata.

La velocidad masculina terminaba con la sorpresa del triunfo del trinitario Nicholas Paul en dos mangas ante un Harrie Lavreysen que hasta ese momento estaba tan arrollador como siempre: con 9,461 en los 200 batía el récord de la pista, en semifinales derrotaba a Cristian David Ortega, que volvió a sorprender llegando tan arriba como hizo en Glasgow cuando ganó el kilómetro. Pero Paul ya había demostrado en el kerin su fortaleza, a pesar de salir de una lesión y superaba primero a Jeffrey Hoogland y luego al mencionado Lavreysen.

Por último, la madison femenina se decantó desde el principio entre Italia (Letizia Paternoster-Francesca Selva) y Estados Unidos (Jennifer Valente-Colleen Gullick), aunque según avanzaba la prueba Nueva Zelanda (Michaela Drummond-Ella Wyllie) comenzó a tener el mismo protagonismo.

Sin embargo, fueron las estadounidenses las que fueron abriendo hueco en la segunda parte de la carrera, sólo con los sprints aunque alguna vez se vieron tentadas de intentar ir a por la vuelta. De esta forma, 48 para las norteamericanas, con 35 para las europeas y 29 para las oceánicas, que no pudieron culminar su remontada ganando el ultimo sprint que les hubiera dado la plata.