La UCI emprende las primeras acciones para aclarar la conveniencia y la seguridad de las llantas hookless. El máximo organismo rector insta a los equipos, comisarios y corredores del pelotón a que informen sobre cualquier incidente relacionado con ellas y marca los objetivos a medio y largo plazo que deberán guiar el rumbo de las próximas decisiones.
El debate sobre las llantas hookless ha sacudido el ciclismo en las últimas semanas y ha protagonizado multitud de titulares alrededor del mundo. Los incidentes en la Strade Bianche y en el UAE Tour -cuando Adam Hansen, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales, las señaló como responsables de la caída de Thomas de Gendt- provocaron una ola de preocupación entre algunos actores del sector. Las dudas pusieron la seguridad en el centro de las críticas, mientras que los fabricantes alzaban la voz y se defendían.
La UCI decidió tomar cartas en el asunto y a principios de mes explicó que estaba estudiando el tema. Varias semanas después, ahora lanza un comunicado en el que fija los objetivos a corto, medio y largo plazo para resolver todas las preocupaciones desatadas por las llantas hookless.
En primer lugar, a corto plazo pide a equipos, comisarios y corredores que informen sobre cualquier incidente relacionado con este tipo de llantas. Además, recuerda los requisitos establecidos en el Reglamento Técnico de la UCI para el cumplimiento de las normas ISO, que «proporcionan un marco para la compatibilidad de los anchos de neumáticos y llantas de las bicicletas».
En el escrito advierten que estas normas no siempre se han respetado y dejan la puerta abierta a que esto haya contribuido a alguno de los incidentes acontecidos. Aun así, también reconoce que el cumplimiento de las normas ISO se ve dificultado por el hecho de que los fabricantes basan sus recomendaciones de compatibilidad entre neumáticos y llantas en las recomendaciones proporcionadas por la Organización Técnica Europea de Neumáticos y Llantas (ETRTO), que no siempre coinciden con las normas ISO.
A medio plazo, la UCI ya ha encargado a SafeR -entidad de reciente creación dedicada a la seguridad- que trabaje con todas las partes interesadas -equipos, corredores e industria- para «explorar posibles mejoras y aclaraciones» respecto al uso de llantas hookless con neumáticos sin cámara de relevante interés para incorporar al Reglamento UCI.
Estas recomendaciones se considerarán para su aplicación en 2025 y se nutrirán del ya comentado objetivo inmediato de la UCI: las informaciones que equipos, comisarios y corredores pongan en conocimiento sobre cualquier incidente relacionado con las llantas hookless.
Finalmente, a largo plazo la UCI llevará a cabo un análisis en profundidad de la idoneidad de los requisitos actuales para el uso de diferentes tipos de equipamiento en competición -en particular las ruedas-. El objetivo será asegurarse de que estos requisitos garantizan la seguridad de los corredores, se adaptan al ciclismo profesional y no dependen -exclusiva o en su mayor parte- «de la diligencia y los procesos internos de los fabricantes».
Fuente: www.brujulabike.com