El esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) logró un triunfo épico en Lo Port (Tarragona), en otro final en alto que volvió a disputar con Remco Evenepoel (Quick-Step), quien se quedó a seis segundos de su gran rival en unos últimos metros infernales en los que al campeón del mundo le fallaron las fuerzas.
Así, Roglic se mantiene como líder de la Volta a Catalunya tras esta quinta etapa y, además, obtuvo 10 segundos de margen respecto el segundo clasificado, Evenepoel. Tercero en la etapa fue el portugués Joao Almeida (UAE Team Emirates), que llegó a 12 segundos del esloveno y también ascendió al tercero escaño en la general a 1 minuto y 12 segundos de la estrella del Jumbo-Visma.
Lo Port ha sido el nombre más repetido de esta Volta desde que se conoció cuál sería el recorrido. El imponente puerto de les Terres de l’Ebre se convirtió en el probable autor del giro de guion de esta edición. Y lo fue. Los 9,4 kilómetros de este gigante con rampas máximas del 20% estaban destinados a dejar huella en esta prueba.
Ya sucedió así en 2017. Entonces se impuso Alejandro Valverde gracias a un demoledor ataque a falta de poco más de un kilómetro para el final que no pudieron sostener Alberto Contador y Chris Froome. El exciclista de Las Lumbreras acabaría subiendo al cajón más alto del podio en Barcelona.
El primero en intentar formar una escapada este viernes fue el etíope Tsgabu Grmay (Team Jayco). Lo probó en la subida del Alt de Bot, de tercera categoría, y le siguieron la rueda el líder de la montaña, el francés Guillaume Martin (Cofidis) y el británico Ethan Hayter (INEOS). En la cima, ubicada a 148 kilómetros de la llegada, la diferencia con el gran grupo era de 1 minuto y 15 segundos.
El pelotón, liderado entonces por el Jumbo-Visma de Roglic, dio por buena la escapada y poco más de 10 kilómetros después, tras el paso por la localidad de Gandesa, el margen ya se había ensanchado hasta los 4 minutos y los 45 segundos, la máxima diferencia que logró la fuga.
A partir de entonces, el pelotón lo pasó a liderar el Quick-Step de Evenepoel, insatisfecho con la permisividad del Jumbo-Visma. La voracidad del campeón del mundo apuntaba a la victoria de etapa y dos integrantes de la fuga, Martin y Hayter, decidieron tirar la toalla ante los acontecimientos.
El esperado ataque de Evenepoel fue a 4,5 kilómetros de la meta y Roglic lo siguió sin problemas. La sorpresa fue que consiguió unirse Soler. Otros favoritos como el italiano Giulio Ciccone (Trek-Segafredo), el español Mikel Landa (Bahrain Victorious) y el portugués Almeida no les pudieron seguir el ritmo.
Pero Almeida reaccionó a tiempo y consiguió reengancharse al trío cabecero. Al llegar el líder del UAE Team Emirates en la Volta, Soler se puso a trabajar para él. El español, tras un enorme esfuerzo tirando, cedió a menos de un kilómetro.
La batalla fue entre tres. Primero lo intentó Almeida y después Roglic. Las dos veces Evenepoel respondió a la perfección. El tercero en probarlo fue él mismo y tan solo el esloveno le siguió la rueda. Parecía que el campeón del mundo era quien acabaría llevándose la etapa, pero el contraataque de Roglic dejó clavado a Evenepoel en los últimos 50 metros, en los que le sacó seis segundos.
La etapa de este sábado, con salida en Martorell (Barcelona), hubiera podido dar alguna sorpresa inesperada, como sucedió con la épica escapada que protagonizaron Sergio Higuita y Richard Carapaz el año pasado entre Salou y Cambrils. Pero un cambio de última hora en el recorrido la ha convertido en un caramelo para los velocistas.
La organización informó que, por motivos de seguridad, no se pasará por el Alt de Fontpineda, de tercera categoría y con la cima puesta a 13,5 kilómetros del final de la etapa en Molins de Rei (Barcelona). Los comisarios consideraron que tanto la entrada al puerto como la bajada entrañaban demasiado peligro.
Fuente: EFE, www.sports.caracoltv.com